La ancestral Danza de Espadas de San Miguel llena de historia y devoción las calles de Marín
Verbena Gallega (Síguenos en Facebook)
Fotos: Julio Santos Pena
El municipio de Marín (Pontevedra) celebró con enorme éxito el pasado domingo la festividad de San Miguel Arcángel, en la que las calles de la villa acogieron la representación de la ancestral Danza de Espadas, que data, cuando menos, ya que no hay datos concretos de su inicio, del siglo XVII. Actualmente está declarada como Festa de Interese Turístico de Galicia, por su enorme valor cultural y patrimonial.
Las calles marinenses acogieron a gran cantidad de público, gracias al trabajo realizado desde el Padroado de Mareantes San Miguel, que depende del Ateneo Santa Cecilia, y el Concello de Marín a la hora de darle la mayor difusión posible y complementarlo con otras actividades.
El principal atractivo, entre los actos celebrados desde una semana antes, como decíamos, fue la ancestral Danza de Espadas, que los grupos del Ateneo Santa Cecilia y de Meigas e Trasnos escenificaron en el transcurso de la procesión, siempre a los pies de la imagen de San Miguel, el patrón del municipio.
El baile supone un atractivo espectacular por los movimientos perfectamente calculados que realizan los danzantes junto a la imagen o pasando bajo ella. Además, que desde niños hasta adultos de diversas edades confluyan en el objetivo de mantener viva una tradición tan importante como esta y en dar a conocer a las nuevas generaciones y a los visitantes la Danza de Espadas es un mérito extraordinario, que se consigue gracias al trabajo del Padroado, el Ateneo, el Concello y el grupo Meigas e Trasnos.
En el transcurso de la procesión, los protagonistas representaron este ancestral baile ante el Templo Nuevo, en la calle Almuíña, en la Praza de España y en la Praza do Reloxo, colocando en realizando en este lugar, a los pies de una escultura que recuerda a los danzantes y colaboradores fallecidos, momento de gran emotividad, en el que la propia Danza sirvió como homenaje.
La Fiesta de San Miguel y la Danza de Espadas se celebra en Marín, al menos, desde el año 1639 como prueba de devoción, según figura en el Libro de Contas de la Confraría de Mareantes de la localidad. Habitualmente se representaba el propio día de San Miguel, aunque en los últimos años se cambió al último domingo de septiembre o primero de octubre más próximo a esa fecha para propiciar una mayor participación, al no ser festivo el día 29.
La singularidad de esta cofradía en una villa tan vinculada al mar como Marín constituye un elemento de unión para los pescadores de la zona, que desde siempre contribuyeron al mantenimiento de la danza.
La Danza de Espadas es un gesto religioso espontáneo y expresivo, formado por personas de la villa, creyentes, rudos y curtidos hombres y mujeres del mar, bajo la invocación de su patrón, San Miguel, que cuenta con una de las primeras imágenes donadas inicialmente por los cofrades para sacarla en procesiones por el mar o como ofrenda ante el peligro de ataque de las tropas inglesas.
La antigüedad del evento y su singularidad, así como su arraigo y valor cultural, fueron los criterios que se tuvieron en cuenta a la hora del reconocimiento oficial como Festa de Interese Turístico de Galicia por parte de la Consellería de Cultura e Turismo, a través de la Secretaría Xeral para o Turismo.
La declaración de una fiesta como de Interese Turístico autonómico, todavía bastante reciente en el caso marinense, tiene importantes repercusiones a largo plazo sobre la dinamización económica y social de la localidad donde se celebra. Esta constituye, además, un reconocimiento especial al acontecimiento festivo, lo que supone que consigue una difusión que trasciende los ámbitos territoriales propios y contribuye a la promoción de todos los recursos turísticos, tanto del lugar de celebración en sí como de la comarca en la que se sitúa.
Con anterioridad a la misa, procesión y representación de la Danza, el Padroado de Mareantes celebró en el salón de sesiones del Concello el acto de entrega de medallas y distinciones a autoridades, danzantes y nuevos cofrades, que estuvo presidido por el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la alcaldesa, María Ramallo, y el responsable de la entidad organizadora, Lois González Dopazo.
Durante la celebración, recibieron el galardón de Confrades de Honra Distinguidos el párroco de Santa María del Puerto, David Mohedano Mira, y Taberna La Navarra (Moncho y María). Asimismo, se entregaron las espadas de oro y plata a los danzantes que cumplían 20 y 10 años ininterrumpidos bailando la Danza de Espadas.
