Colaboración especial L. Aguiar/Verbena Gallega
Fotos: Verbena Gallega y JSFFotografía
París de Noia se ha confirmado este año, el primero postpandemia en que trabajan las formaciones musicales de la verbena, en la mejor orquesta de España del momento, con dos formatos de espectáculo que se han metido en el bolsillo al público en cualquiera de las dos opciones. Realmente un éxito espectacular que encumbra en lo más alto a la formación que, de nuevo, lidera José Antonio Blas Piñón, su ‘alma máter’ desde hace varias décadas, aunque en los últimos años, tras sufrir un accidente lo hacía desde abajo del escenario.
Este año fue volver Blas, diseñar un nuevo espectáculo especial para enfrentar las limitaciones de la covid 19, y recuperar la frescura que, quizás, había dejado un poco atrás en las últimas temporadas debido a la ausencia de su líder indiscutible. Todo ello hizo posible que allá donde fue e actuar París de Noia las reservas de entradas se agotaran en muy pocas horas.
“La verdad es que el público nos ha demostrado que ante cualquier adversidad hay que levantarse y seguir caminando, por difícil que sea el camino, ya que el de la covid era realmente complicado, pero, aunque no en fechas (como es evidente), hemos conseguido hacer una de las mejores giras que recuerdo gracias al enorme cariño que nos ha dispensado toda esa gente que acudió a los conciertos y la que los seguía desde fuera del recinto por falta de espacio”, explica la dirección de París de Noia.
En este sentido, la formación de Noia (donde el éxito de su actuación desbordó las previsiones más optimistas, al igual que lo había hecho antes en otras localidades) creó un espectáculo más audiovisual para las fiestas con público sentado y otro que, aunque con un repertorio similar, era bastante más verbenero para cuando el público estuvo de pie. Tal fue el éxito que en Marín hizo dos actuaciones este verano (en las Festas do Carme y en Cantodarea, la primera sentados y la segunda como antaño, con el público de pie, bailando y gozando como siempre de la verbena).“De antemano hicimos un espectáculo basado en las mejores bandas y temas desde los años 60 del siglo pasado hasta la actualidad, con mucho trabajo visual en las pantallas y la iluminación y la verdad es que nos emocionó ver cómo disfrutaba el público y como movía los hinchables verdes a pesar de estar sentados. Fue una sensación increíble, al igual que lo fue volver de nuevo al escenario”, explica Blas Piñón.
Queen, Abba, Fito y Fitipaldis, Celtas Cortos o los Secretos fueron algunas de las bandas de las que París de Noia recordó sus mejores temas, al igual que hizo sonar otros totalmente de actualidad, de modo que el público disfrutase de una auténtica banda sonora de los últimos 60 años, prácticamente los que tiene la orquesta (en 2022 cumplirá 65).
El montaje no dejó atrás un buen número de temas de artistas gallegos y tampoco de bandas sonoras de Disney dedicadas a los más pequeños, que este año, con unos horarios más racionales, también pudieron disfrutar de esta parte tan importante de la fiesta como es la musical.
Así, con temas y artistas muy conocidos, un trabajo audiovisual sin precedentes y el apoyo de acróbatas y bailarines, además de una banda espectacular, París hizo que toda su valía saliese al exterior y diese lugar a un espectáculo pocas veces visto en una verbena, aunque en muchos casos fuese más un musical al trabajar con el público sentado.
Este hecho hizo que por momentos fuese más complicado ‘calentar’ la fiesta y que la gente se animara, aunque, como dice Blas, “las ganas de disfrutar del público era y es tanta que hasta sentados parece que estaban saltando y bailando con su luminoso”.
Ahora que toca a su fin la Xira do Camiño 2021, como la hizo llamar París de Noia, cabe destacar que la encumbró como la mejor orquesta de España con bastante diferencia y en el balance no se encuentra cosas más que positivas. “Si somos lo que somos es gracias al público y a que hay un enorme trabajo detrás del escenario de todo el equipo de la orquesta, del primer montador al último cantante, y así es como se consigue atraer al público y que este disfrute de la fiesta, aunque en muchas ocasiones ha tenido que ser sentado”, añade Blas.
De cara a 2022 por ahora hay muchas incógnitas, a pesar de las cuales París de Noia ya trabaja en un nuevo montaje y espectáculo que, en todo caso, se irá revisando en función de la evolución de la pandemia, sobre el que todos confiamos en que va a ir despareciendo y dejando espacios al ocio, la fiesta y la diversión.