Texto e imágenes: A.M.A./Página de Facebook Verbena Gallega (Síguenos)
Las fiestas siguen cada día en toda Galicia y hoy le toca el turno en nuestra página a la Orquesta Compostela, la decana de la comunidad y una de las que cuenta con un estilo y un repertorio más clásicos de la verbena gallega, lo que para muchos de los veteranos que acuden a bailar la hacen una de sus preferidas, al igual que ocurrió la noche del martes durante su actuación en San Lourenzo de Nogueira-Meis, donde sus seguidores disfrutaron de lo lindo con su actuación. Eso sí, existe una clara apuesta, que ya se observa en lo que va de temporada, por parte de la dirección artística de darle un carácter cada vez más moderno a la agrupación, tanto en la puesta en escena como en la selección de piezas.
Compostela fue fundada en la ciudad del Apóstol en 1919 y desde entonces acumula a sus espaldas una exitosa trayectoria, con actuaciones tanto en toda la geografía española como en otros países como Brasil, México o Suiza, siendo muy demandada en los centros gallegos. Desde entonces no ha perdido su esencia y ese estilo de las clásicas verbenas gallegas, en especial a través de Tito Fuentes, una voz privilegiada y que parece hecha a medida para interpretar los pasodobles más bailados, al tiempo que un gran profesional que sabe en cada momento encaminar a su público hacia el terreno que mejor domina y en el que más le hace disfrutar.
Esta cuestión no es obstáculo para que el repertorio vaya ganando poco a poco temas actuales y que la orquesta se acerque cada vez más al público joven, tratando de conjugar el creciente interés de este segmento de su público con el de sus seguidores más veteranos.
En la delantera de la orquesta le acompañan Patricia Santiago Aldao, Sara García Cartaya y Manuel Piñeiro García-Lalo. Son también voces con una singularidad que las hacen muy propicias para el amplio repertorio tradicional de Compostela, aunque, sin duda, con unas posibilidades inmensas para otros registros, lo que está facilitando la evolución y modernización de la formación. En conjunto logran un espectáculo musical para el que cuentan con un público muy fiel, que acude a la verbena en busca de piezas especialmente seleccionadas para el baile, y al que poco a poco se van sumando personas más jóvenes que también encuentran en Compostela una agrupación con la que disfrutar de la verbena.
Aunque el pasadoble tiene un protagonismo destacado en su repertorio, la formación no se olvida de la bachata, el merengue o las rancheras, entre ellas un buen número de piezas de actualidad, de modo que los bailadores no tengan ni un minuto en toda la noche en el que dispongan de excusa para cruzarse de brazos.
A ellos se suma un grupo de metales que cada noche merece el aplauso del público y al que la propia orquesta resalta en varios momentos de su actuación. Santiago Bras y Suso Quintáns (saxo), José Manuel Rodríguez-Pineli y Fran Seivane Longarela (trompeta) y Ginés Guerra Martín (trombón). La formación se completa con Reynel Cañizares-Rey (bajo), William González-Funkybilli (teclado) y Juan Luis Iglesias Ferreiro (batería).
Tito Fuentes, como cada noche, aprovechó la verbena de Meis para acercarse al público e interpretar a su lado uno de sus pasodobles, como un complemento más a la pausada pero atractiva puesta en escena de que dispone Compostela, otra de sus señas de identidad que hacen que disponga de un público tan fiel a lo largo de toda Galicia.
Para este mes de agosto tiene previstas una veintena de actuaciones, que se completan a lo largo del verano en numerosas verbenas de toda Galicia y a las que suma durante el invierno su presencia en cenas y eventos diversos, hasta alcanzar cerca de 150 noches de música en directo para sus seguidores.
A lo largo de estos 96 años de historia pasaron por la orquesta cantantes y músicos de enorme prestigio, como Tito Calviño, Miguel Torres o Enrique Miramontes, además del ya fallecido Manuel Muñiz, director de la orquesta durante años y que compuso grandes éxitos musicales, tanto para Compostela como para artistas como Ana Kiro o Pili Pampín.
