Verbena Gallega (Síguenos en Facebook)
Colaboración: Álvaro Agulla
Miguel Caldas es uno de esos grandes artistas cuya vida no se entendería sin la música. Es una de sus grandes pasiones y, como tal, viene demostrando desde hace dos décadas su entrega y profesionalidad en las diferentes orquestas por las que ha pasado en la verbena gallega, donde ha destacado por su trabajo, por dejarlo todo sobre el escenario cada noche y por ser una persona íntegra y honesta, que llama a las cosas por su nombre pero con un respeto exquisito.
Este viernes a última hora, como adelantamos en nuestra página de Facebook, Caldas anunciaba en un breve comunicado que no formará parte de la Orquesta La Fórmula la próxima temporada, desvinculándose de esta a finales del mes de octubre. El cantante afirma que toma esta decisión “después de meditarlo tranquilamente” y señala que está valorando diferentes ofertas para el futuro.
Con esta son dos temporadas en La Fórmula. La primera de ellas siendo su principal responsable artístico y una pieza clave en el despegue de la formación, comenzando prácticamente de cero, aunque con un equipo estupendo, y cerrando el año con unas 80 actuaciones, gracias, en gran parte, al trabajo incansable que desarrolló Caldas, para el cual contó con el respaldo y el esfuerzo de sus compañeros.
Seguro que fue una etapa dura pero también satisfactoria al ver como el proyecto tomaba forma y crecía, en especial en lo que se refiere a la asistencia de público a sus actuaciones y al incremento de contrataciones a medida que fue pasando el verano de 2015. No tengo la menor duda de que Miguel valorará esos momentos de forma muy positiva, ya que su gran objetivo en el mundo de la música es hacerlo lo mejor posible y disfrutar haciéndolo, y en esa primera etapa se notaba perfectamente su felicidad sobre el escenario.
Caldas, nacido en 1977 en Portas-Pontevedra, supo muy pronto que su pasión era la música. Su formación musical comenzó con siete años en el Conservatorio de Pontevedra, iniciándose con el saxofón. Posteriormente, se formó como vocalista en Pontevedra, Madrid, Santiago de Compostela y, finalmente, en el Conservatorio de Vigo. Dedicó mucho esfuerzo para lograr su objetivo y es algo en lo que se ha caracterizado en cualquier actividad que emprende y en cualquier faceta de su vida.
Formaciones tan importantes como París de Noia, Filadelfia, Gran Parada, Solara o D’Cámara, a la que suma las dos últimas temporadas en La Fórmula, son su tarjeta de presentación en el mundo de la verbena. En este último caso, desde diciembre de 2014 se entregó en cuerpo y alma a la creación y puesta en marcha de la orquesta, con un resultado óptimo al cabo de pocos meses.
En la temporada actual compartió la dirección artística de La Fórmula con Jorge Ferre y lo hizo con la enorme profesionalidad y entrega que le caracterizan, desarrollando un trabajo envidiable, siempre aplaudido por el público y, en especial, por aquellas personas que lo conocen desde hace años y saben de su gran valía, que ya esperan que se desvele su futuro para poder seguir disfrutando con su voz.
Las pretensiones de estas líneas son que se conozca un poquitomás sobre Miguel Caldas y su trayectoria, y, sobre todo, dejar clara la admiración de quien suscribe por la labor que viene desarrollando desde hace más de 20 años en la verbena gallega y en formaciones tan importantes como las indicadas, así como por su extraordinaria valía artística y personal. Asimismo, expresar el deseo de toda la suerte del mundo en el futuro, aún sabiendo que no le faltarán alternativas para desarrollar su carrera y mantener su propio listón, cuanto menos, tan alto como hasta ahora.